Apreciado señor sol, ha logrado derretir a la señorita de las noches.
Si por alguna de esas casualidades extremas de la vida, nuestros caminos se encontraran de nuevo, juro que besare todo de ti sin tocarte.
Prometo que cada centímetro de tu cuerpo será recorrido por mis manos en mil sueños.
Y te aseguro que si por alguna razón necesitara estar cerca de ti, elegiría regalarte rosas, pero cortaría las espinas, pues nada puede hacerte daño mientras este a tu lado.
Te espero, algún día, quizás, nuestros caminos se cruzarán.
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