- - ¿Qué pasa? - dice con una sonrisa sarcástica- Te digo
que quiero echarte un polvo y tu única respuesta es bien. Dios, voy a ir al
infierno por romperte el corazón
- - Oh, tranquilo, no vas hacerlo.
- - Créeme, he roto muchos corazones como el tuyo antes….
- -No me gustan los hombres arrogantes- y pretendiendo parecer insultada cuando digo- No vas a romperme el corazón, no soy como los otras
- - No… no lo eres- dice finalmente, se acerca y toma mi
barbilla entre sus manos, con sus ojos sobre los míos- Entonces, limitémonos a
intentar que tu no rompas el mío…
No hay comentarios:
Publicar un comentario