La sensación más común, esa en la que sientes que nada es lo suficiente real, lo malditamente concreto o correcto.
Cuando no puedes decidir lo que realmente quieres, cuando la cabeza y el corazón se enfrentan segundo a segundo en una batalla campal entre el deber y el querer.
Es esa primera sensación cuando dice Hello cada tarde de martes o Buenos días cada mañana.
Es lo que sientes, lo que crees, lo que esperabas, tu filosofía, tu religión los sueños ya dormidos que empiezan a despertar.
Es todo eso y más y aún así puedes resumirlo en una palabra.

Amor

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