Después de tantos meses por fin volví a a perderme en tus ojos de mar, pude ver como se encendía nuevamente la llama del amor prohibido. Hoy sentí un cosquilleo por las espalda cuando tu barba rosó mis mejillas.
Hoy mi piel te reconoció, y mis oídos se deleitaron con tu voz.
Ahora recuerdo con vergüenza ese segundo en que dude en tutearte, la costumbre hace que te trate de usted, eso lo hace más prohibido, mas duradero, suena mejor, mas serio y confidencial.
Hoy después de mucho tiempo sentí una emoción verdadera.
Para mi, fue fantástico volver a verte, mi amado profesor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario