Un hombre es capaz de fingir que no quiere, puede poner por encima de todo su honor y deber.
Un hombre puede simular ser el más rudo del mundo, cometer errores y no pedir perdón.
Un hombre puede dejar lo que quiere, pero siempre que lo que más ame sea una mujer, ¡pobre desgraciado! Volverá suplicando amor, desechando su honor y deber, humillándose al pedir perdón. Un hombre puede ser el titan más valiente fuerte y despiadado, pero si ama, puede llegar a ser el más dulce y tierno oso de peluche.
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