- No deberías besarme
- ¿Por qué?- pregunte con confusión
- Podrías volverte adicta a mi y nunca va a dejarme ir
- ¿Bromeas?- cuestione preocupada
- Por supuesto- dijo regalándome mientras me sonreia-puedes besarme tanto como quieras
- Esa idea me gusta- y choqué mis labios contra los suyos- me gusta mucho
y volví a inclinarme hacia esos rojos y cálidos labios rosáceos .
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